Taylor lanzó su primer disco cuando solo era una adolescente de 17 años, así que sus padres tuvieron mucho que ver en el inicio de la carrera de Tay.
Pero cuando Taylor dijo que quería dedicarse en serio a la música, sus padres no le dieron todo el apoyo que ella necesitaba
“Mis padres se vieron empujados a esto, ellos nunca tuvieron el deseo de verme haciendo música”.
Las dudas de los padres de Taylor eran tan grandes que ella tuvo que suplicar que por favor la dejaran dedicarse a la música porque era lo que más deseaba.
Por suerte los padres de Taylor vieron que el sueño de su hija no era un capricho y al final la dejaron seguir adelante con la idea de convertirse en cantante: “Fui constante, no paré de molestar. Mis padres vieron que yo estaba obsesionada y que no iba a parar, que no era una simple fase de mi adolescencia”.
Y al final, a fuerza de insistir, luchar y trabajar, Taylor cumplió su sueño.