Miley Cyrus estrenó el videoclip de We Can't Stop, tema que marca su regreso a los estudios de grabación tras el lanzamiento de Can’t Be Tamed en el 2010 y que confirmó que que dejó atrás para siempre la imagen adolescente inocente de Hannah Montana que la lanzó a la fama.
En la filmación se aprecia a Cyrus en una fiesta en la que, como dice la letra de la canción, un grupo de jóvenes "pueden hacer lo que quieran, besar a quien quieran".