Britney Spears y su novio, Sam Asghari, salieron la noche del miércoles a disfrutar el juego de Los Angeles Lakers contra los Golden State Warriors en el Staples Center. Pero no parecía que el juego fuera su foco principal...
Por el contrario, la princesa del pop y el bailarín estaban totalmente absortos el uno en el otro, besuqueándose mientras estaban sentados en sus asientos junto a la cancha.
La cantante se veía muy sexy con una blusa escotada (con mucho escote) y un par de pantalones cortos negros de cintura alta, que combinó con tacones de charol negro. Sam, por otro lado, se puso jeans negros con una camisa tostada que estaba adornada con mangas negras y rojas.
Pero a pesar de que parecía una agradable y pequeña noche de citas para la pareja, en realidad se les unieron los dos hijos de Britney, Sean y Jayden Federline.
Los chicos estaban totalmente concentrados en el juego mientras su madre le robaba besos a su hombre. Por no mencionar, estaban ocupados disfrutando de la vista impresionante e incluso comiendo un algodón de azúcar.