Taylor Swift realizó una serie de sesiones secretas de su álbum 1989 para un selecto grupo de seguidores en ciudades como Los Angeles, Nueva York, Rhode Island, Londres y Nashville, dando a cada uno una primera escucha su nuevo disco, un meses antes de su lanzamiento.
Además, Taylor horneó un montón de galletas e incluso dejó que sus fans jueguen con su querida gatita Olivia Benson durante la visita.
De las sesiones secretas, Swifty explicó: "Son pequeñas reuniones en las casas de mis fans donde voy a cantar un adelanto de mi álbum. Así que queríamos sorprenderlos y en eso estamos".
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