domingo, 5 de marzo de 2017

Liam Payne & Cheryl Cole refuerzan su relación

Teniendo en cuenta que le quedan pocas semanas para estrenarse en la maternidad, no debería resultar demasiado sorprendente que la cantante Cheryl Cole, de 33 años, haya decidido establecerse de forma permanente en la casa que su pareja y padre del futuro hijo, el también cantante Liam Payne.

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No obstante, y al margen de la sensatez que se desprende de tal decisión, lo cierto es que la artista aprovechará también la ocasión para hacerse con unos ingresos adicionales tras poner tanto en el mercado del alquiler como en de la compraventa la lujosa mansión que acaba de dejar vacante.

Como revela el diario The Sun, el objetivo prioritario de la ex mujer de Ashley Cole reside en encontrar un inquilino dispuesto a abonarle unos 20.000 euros de forma mensual durante al menos un año de contrato. Pero ante una posible falta de arrendatarios, la estrella de la música también ha considerado la posibilidad de desprenderse directamente de la vivienda al aparecer listada en el mercado de propiedades a un precio fijo que por el momento se desconoce.


El inmueble en cuestión, situado en el condado de Herfordshire, constituyó nada más y nada menos que la residencia habitual del por entonces matrimonio que formaba con su ya ex marido Jean-Bernard Fernandez-Versini, una vivienda que se caracterizaba ante todo por el uso de lujosos materiales, entre los que destacan sus inmaculados suelos de porcelana, así como por un diseño moderno y funcional que le llevó a ganar incluso el título de Propiedad Internacional del Año en una encuesta publicada por el portal inmobiliario RightMove.

Dado lo breve y turbulento de su vida en común, resulta comprensible que la que fuera integrante de las Girls Aloud a finales de los 90 no tenga ningún reparo en deshacerse de tan imponente vivienda, especialmente después de haber encontrado finalmente la estabilidad sentimental y familiar con el joven vocalista de One Direction, quien a pesar de ser diez años más joven que ella, ha demostrado con creces que cuenta con la madurez y la solvencia económica necesarias para adentrarse en la paternidad.